El rey Carlos III y la reina Camilla emprendieron uno de los primeros viajes más estratégicos de su flamante reinado. Una visita de estado a Kenia, su ex colonia y miembro del Commonwealth, cuando su comunidad quiere ser compensada por la esclavitud y la represión del reino.
Van a ser presionados por el pasado colonial y la resistencia de algunos de los socios del Commonwealth a que Carlos -y no la reina Isabel II – sea su nuevo jefe de estado.
La pareja real comenzó el lunes 30 de octubre uno de sus viaje más incómodos. El estreno del nuevo soberano en un país del Commonwealth.
Kenia tiene un lugar particular en la historia de la familia real británica. Fue allí donde Isabel II se enteró de la muerte de su padre, George VI y se convirtió en la nueva soberana británica cuando miraba animales en un parque nacional junto al príncipe Felipe. Allí también pasaron sus vacaciones de verano William y Harry, los hijos del actual rey, tras la muerte en París de su madre, la princesa Diana.
Una visita delicada
Esta visita de cuatro días del Rey, de 74 años, y de la reina Camilla, de 76 años, se produce justo antes de que Kenia celebre en diciembre los 60 años de su independencia y «pondrá de relieve la asociación fuerte y dinámica entre el Reino Unido y Kenia», indicó la embajada británica en un comunicado.
«Destacará lo mejor de este país, sus jóvenes emprendedores tecnológicos«, así como sus «magníficos bosques y costas», indicó la cuenta oficial de la familia real en X (antes Twitter).
Pero el viaje de los Royals también permitirá evocar «los aspectos más dolorosos de la historia común del Reino Unido y Kenia» en los años previos a la independencia, cuando se construyó el Palacio de Buckingham.
Entre 1952 y 1960, más de 10.000 personas fueron detenidas. Y 1000 asesinadas por pertenecer a la rebelión de los Mau Mau contra el poder colonial, una de las represiones más sangrientas del imperio británico.
Después de los años de procedimiento, Londres aceptó en 2013 compensar a más de 5.000 kenianos. Pero los familiares de las víctimas quieren una disculpa y más compensaciones.
La KHRC también exige reparaciones «para todas las atrocidades cometidas contra los diferentes grupos de países», mencionando además la represión de Mau Mau y las confiscaciones de tierra.
Las manifestaciones antiroyals tuvieron lugar el lunes 30 de octubre en la capital Nairobi, donde los manifestantes denunciaron una dominación colonial.
La agenda
Después de su llegada a la noche, Carlos y Camilla fueron recibidos por el presidente William Ruto en la capital, Nairobi.
En el programa de estos dos días, están planificados encuentro con empresarios, jóvenes, banquete de estado, visita de un nuevo museo dedicado a la historia de Kenia y depósito de una corona de flores en la tumba del soldado desconocido.
Después el rey y la reina partirán a Mombasa, una ciudad mayoritariamente musulmana sobre el mar, donde visitarán una reserva natural y se encontrará con líderes religiosos.
Después de las visitas de Estado en Alemania y de Francia, marcado por una voluntad de acercamiento de Londres con sus aliados europeos, Carlos comienza a reconstruir su imagen frente al Commonwealth. Este vestigio del imperio británico que agrupa a 56 paises, fragilizado por vientos republicanos y el deseo de que el rey no sea su jefe de estado, como su madre.
La visita de Estado altamente simbólica de Carlos III a Kenia continuó este martes con mucha pompa y ceremonia. Una visita a un monumento que celebra la independencia de la nación africana de Gran Bretaña y una reunión con un grupo de entusiastas estudiantes del Prince’s Trust.
El soberano también depositó una ofrenda floral en la Tumba del Guerrero Desconocido en los Jardines Uhuru, en las afueras de Nairobi
Reconocer el pasado
El Rey presentó sus respetos a los héroes caídos, militares y civiles, de Kenia. En el lugar, marcado por una llama eterna, Carlos envió una corona de rosas blancas y lilas, colocadas por dos oficiales kenianos. Unos minutos más tarde, el presidente de Kenia, William Ruto, dejó su propia corona. El tributo floral del Rey tenía una nota escrita a mano que decía: «En recuerdo agradecido – Carlos R.»
Carlos, que estuvo acompañado por la reina Camilla, caminó luego hacia el árbol Mugomo. La higuera marca el lugar donde, la noche del 12 de diciembre de 1963, Kenia celebró su independencia arriando la bandera de la Unión e izando la bandera de Kenia. Se considera el lugar de nacimiento de la Kenia moderna.
El primer día completo de la visita de cuatro días llevó a la pareja real al Museo Mashujaa de Nairobi y luego, a la Biblioteca Eastlands para conocer a los niños locales, incluidos los grupos que participan en el Desafío Empresarial Internacional The Prince’s Trust. Luego, Carlos visitó una granja urbana en los terrenos del Hospital Mama Lucy Kibaki, donde sostuvo productos y se encontró cara a cara con caracoles terrestres africanos gigantes.
Este martes terminará con un banquete estatal en honor del Rey y la Reina, donde el soberano pronunciará un discurso ante invitados, entre ellos destacados personajes de Kenia y del Reino Unido.
Se espera que reconozca los aspectos «más dolorosos» de la relación colonial de Gran Bretaña con Kenia, incluidas las atrocidades y la ejecución de más de 1.000 personas perpetuadas durante la rebelión Mau Mau.