El Hércules C-130 de la Fuerza Aérea que repatriará argentinos de Israel tenía previsto llegar esta noche a Tel Aviv para iniciar un puente aéreo en las próximas horas vía Roma con los pasajeros que tengan prioridad.
Como el Hércules sólo tiene entre 65 y 70 plazas y no tiene asientos para civiles, hará varios ida y vuelta. Los argentinos evacuados volverán desde la capital de Italia a la Argentina en una aeronave de Aerolíneas Argentinas. No hay fecha ni hora, pero se espera que lleguen a Ezeiza sobre el fin de semana.
En la noche de este miércoles, había 1.419 los registrados para volver, unos 717 turistas y otros 702 que son residentes en Israel según se informó desde la oficina del canciller Santiago Cafiero que junto al Ministerio de Defensa está a cargo de este operativo llamado Retorno Seguro. Se armó tras el estallido de la nueva guerra entre Israel y Hama.
Y fue después del ataque masivo y terrorista del grupo fundamentalista el sábado pasado, cuando entró sobre el territorio israelí asesinando civiles de todas las edades y tomando rehenes que aún permanecen en cautiverio mientras las fuerzas de defensa del Estado judío bombardea la Franja de Gaza en represalia por el ataque.
Entre tanto, la reacción del Gobierno argentino ante la nueva guerra en Israel fue contundente a diferencia de otras situaciones. Desde la primera hora el canciller Cafiero, el candidato a presidente Sergio Massa y después el presidente Alberto Fernández, condenaron los actos de Hamas como “ataques terroristas”. Cafiero estuvo el martes a la tarde repasando la agenda bilateral y global con el embajador de los Estados Unidos, Marc Stanley, quien es muy agudo precisamente en este tema y en la guerra de Rusia en Ucrania. En ese encuentro hablaron de la guerra en Oriente Medio.
Cafiero se bajó del viaje a China que Alberto Fernández hará este fin de semana, con una reducida comitiva -el último de su presidencia- para seguir el retorno de los Argentinos desde Buenos Aires.
Por eso hay otras iniciativas en danza desde la Argentina. Por un lado, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Juan Martín Paleo, dispuso que el Boeing 737 de la Fuerza Aérea, Islas Malvinas, despegue en las próximas horas hacia Israel para también traer conciudadanos que quieran ser repatriados. Caben poco más de 140 pasajeros. Los de Aerolíneas no más de 200.
Por cierto, el Hércules y el Boeing fueron las únicas posiblidades que tenía para este operativo la fuerza aérea dada la escasa cantidad de aeronaves con las que cuenta.
Como ambos son vuelos militares fueron autorizados por el gobierno israelí que dispuso una estricta restricción en sus aeropuertos a los vuelos comerciales. Estos no pueden aterrizar salvo permisos especiales como el que obtienen algunas autorizaciones.
Entre tanto, el vuelo que dirigía Enrique Piñeyro para repatriar a los más de doscientos jóvenes argentinos que se encontraban en Israel disfrutando de programas de estudio y contacto cultural que organizan las instituciones judías argentinas y la embajada no pudo llegar a destino.
No fue autorizado a aterrizar a Tel Aviv. Piñeyro se manifestó este miércoles como “desconcertado” por la situación. Porque según afirmó a este diario el vuelo de ayuda humanitaria le fue solicitado, incluso “por la Amia”, y por el embajador israelí Eyal Sela. Contó que se le informó que fue autorizado”, pero que cuando estaba sobrevolando el Peñón de Gibraltar se le advirtió que “ni intentara acercarse a espacio aéreo israelí”. Piñeyro señaló que se pusieron a disposición un montón de recursos para este vuelo abortado. Por ejemplo, se posicionó toda una tripulación completa para hacer el relevo en Tel Aviv y el vuelo directo a Buenos Aires. En ese Boeing 787 caben 243 pasajeros.
Piñeyro dirige la fundación Solidaire, la misma que trajo a la argentina ucranianos refugiados, entre otros de otros países y víctimas de otros conflictos.
