Europa, atrapada entre dos guerras y ante un complejo laberinto político

Europa, atrapada entre dos guerras y ante un complejo laberinto político

El vecindario europeo arde. Literalmente. El ataque de Rusia Ucrania el 24 de febrero de 2022 provocó la primera guerra entre Estados en el viejo continente desde la Segunda Guerra Mundial. Sus consecuencias fueron profundas con una crisis energética que disparó la inflación en el bloque europeo (ya empieza a estar bajo control), multiplicó varias veces los precios energéticos e hizo temer que el pasado invierno se pasara sin calefacción.

A la vez, los europeos se dieron cuenta de que su producción de armas y munición es ínfima en comparación con las necesidades de una guerra grande.

A pesar del daño económico, la Unión Europea plantó cara a Moscú, disminuyó masivamente la compra de hidrocarburos rusos, impuso el régimen de sanciones más duro de su historia y apoyó con armas y decenas de miles de millones de euros a Ucrania. Esas decisiones, a pesar de que Hungría arrastraba los pies, se tomaron por unanimidad.

Pero a la guerra en Ucrania se le suma ahora otro estallido, por ahora menor en envergadura militar pero que tiene el potencial de degenerar en un conflicto mucho más amplio en Oriente Medio.

Una nube de humo sobre Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, tras un bombardeo de Israel. Foto: AFP

Laberinto político

El ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre y la respuesta militar de Israel generó un fuerte debate en la cumbre europea de este jueves y viernes. Esta crisis es militar y económicamente más fácil de gestionar para los europeos porque nadie les pide nada, pero políticamente mucho más difícil.

De la cumbre salieron con un comunicado conjunto que pedía pausas y corredores humanitarios y una conferencia internacional de paz. Pero este viernes, en la Asamblea General de Naciones Unidas, los 27 países miembros de la Unión Europea se dividieron en tres grupos. Cuando hubo que votar una resolución que pedía una “tregua inmediata, duradera y sostenida” ocho votaron a favor (entre ellos Francia y España), cuatro en contra y 15 se abstuvieron (entre ellos Alemania, Polonia e Italia).

Esa división dificultará un enfoque común y hará más difícil evitar las consecuencias negativas derivadas de ese conflicto, como nuevas oleadas migratorias o problemas de suministros energéticos.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el titular del Consejo Europeo, Charles Michel, en el cierre de la cumbre en Bruselas. Foto. EFELa presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el titular del Consejo Europeo, Charles Michel, en el cierre de la cumbre en Bruselas. Foto. EFE

Su división y su impotencia para presionar e influir en los actores implicados en el conflicto en Oriente Medio hizo que las cinco horas de debate para decidir si pedían una tregua humanitaria o una pausa humanitaria parecieran una pérdida de tiempo. Apenas seis horas después de finalizar la cumbre Israel bombardeaba masivamente Gaza y se disponía a intervenir por tierra, dejando el pedido europeo de pausas y corredores humanitarios en un pobre papel mojado.

Con la atención política y mediática centrada en la Franja de Gaza y el potencial de división social que el conflicto tiene en Europa, por la presencia de millones de musulmanes, comunidades de judíos y de una izquierda política muy comprometida con la causa palestina, los dirigentes europeos prometen no olvidar a Ucrania y seguir enviándole armas y fondos, algo que en principio no harán en Israel, para empezar porque desde Tel Aviv nadie ha pedido nada.

Ucrania pide más armas porque si al comienzo del verano boreal parecía optimista y lanzaba su esperada contraofensiva, ahora mismo sus tropas están contra las cuerdas en muchas zonas del este del país y las Fuerzas Armadas rusas han recuperado potencial militar.

Ucrania teme quedarse sola. Lo primero que hizo su presidente, Volodimir Zelenski, cuando Hamás atacó a Israel, fue volar a Bruselas para asistir a una reunión de ministros de Defensa. Les pidió que no se olvidaran de su país y que siguieran suministrándole armas.

En la cumbre de este jueves y viernes, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que “Ucrania es y seguirá siendo una prioridad para nosotros. Estamos decididos a seguir con el apoyo militar y financiero”.

Los diplomáticos europeos lo reconocen en privado: “Tenemos medios más concretos para actuar en Ucrania que en Oriente Medio”. Europa sabe que su papel en Ucrania es esencial mientras en Oriente Medio es apenas decorativo.

By Peverell Jobin

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