Elon Musk ha intensificado sus críticas hacia el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificando su propuesta de reforma fiscal como una «abominación repugnante». Esta declaración marca un punto de inflexión en la relación entre ambos, que anteriormente había sido de colaboración, especialmente durante la gestión de Musk al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
La propuesta de reforma fiscal, conocida como el «Big Beautiful Bill», busca extender los recortes impositivos implementados en 2017, además de introducir nuevas reducciones fiscales para sectores como la industria automotriz y los trabajadores que reciben propinas. Sin embargo, para financiar estas medidas, se contemplan recortes significativos en programas sociales como Medicaid y asistencia alimentaria. Según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso, esta legislación podría incrementar el déficit federal en aproximadamente 2.5 billones de dólares en la próxima década, elevando la deuda nacional a niveles sin precedentes.
Musk manifestó su desagrado mediante su red social, X, donde comentó: «Lo lamento, pero ya no puedo aguantar más. Este proyecto legislativo del Congreso, inmenso, escandaloso y cargado de gastos innecesarios, es una abominación detestable. Qué deshonra para quienes lo apoyaron con su voto. Saben que han fallado. Lo saben».
Esta crítica se produce poco después de que Musk anunciara su salida del DOGE, una entidad creada por Trump con el objetivo de reducir el gasto público y mejorar la eficiencia gubernamental. Durante su gestión, Musk implementó medidas drásticas, incluyendo el despido de miles de empleados federales y la reducción de programas considerados ineficientes. No obstante, su enfoque agresivo generó controversia y enfrentamientos dentro de la administración.
La ruptura entre Musk y Trump refleja tensiones más amplias dentro del Partido Republicano, donde algunos legisladores expresan preocupaciones sobre el impacto fiscal de la reforma propuesta. Mientras tanto, la Casa Blanca continúa defendiendo la legislación, argumentando que los recortes fiscales estimularán el crecimiento económico y compensarán el aumento del déficit.
El sufragio en el Senado se ha fijado para el 4 de julio, y se espera una discusión acalorada. La posición de Musk tiene el potencial de afectar las opiniones de la ciudadanía y de aquellos senadores que aún no han decidido. Asimismo, sus observaciones subrayan las fracturas dentro del partido en el poder y cuestionan la posibilidad de llevar a cabo reformas fiscales importantes sin un acuerdo generalizado.