Nicolas Sarkozy aprobó este lunes la presentación de su libro en Madrid para reafirmar la pasión. En la política y en la vida. Pero, sobre todo, considera que tendremos nuestros años en Eliseo. El presidente de Francia entre 2007 y 2012 fue alertado del riesgo de complacencia en los tiempos actuales, señaló su condición de hombre mediterráneo que leía por encima de todo y resaltado sus estrechos vínculos con España y con la plana mayor del PP — entre otros, el expresidente José María Aznar (“un amigo”) y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (“Me rejuveneceste. Me gustan los luchadores. En la política no hay que agachar la cabeza”— que ha acudido a arroparlo à la presentación de Los años de los juegos. (Editorial Alianza, con traducción de Manuel Cuesta) en el Hotel Ritz.
El acto, en el que participó la periodista de TVE Ana Blanco, dio a conocer las cuentas pendientes que el fundador de Los Republicanos -el partido de derecho tradicional francés, en sus horas más bajas- ha llevado ante la justicia: dos condenas por corrupción y financiación ilegal (recurrente y pendiente). También espero que haya juicio por un tercer caso y se le impute a una cuarta parte.
“Sólo la vida se puede vivir con pasión. Vivir sin pasión es tan aburrido. La política es fantástica porque está ahí. “Es algo grande, épico”, dijo al pañuelo de la vista. Hubo un tiempo en que hubo grandes líderes, frente al actual, con los ministros que hacían su trabajo en bicicleta. “El pueblo se identifica con la gente con visión. No quiero que vengas a tu casa, si eres dirigente”, añadió antes de una entrevista pública. “24 millones de personas están viviendo el debate que se está desarrollando con la candidata socialista – Ségolène Royal, nombre que no quiso registrar –. Y luego gané con un 84% de participación”.
“Ya hemos necesitado muchísimo tomar decisiones rápidas y nunca nos han preguntado por el líder. En Occidente vamos hacia atrás. Hay riesgo de desaparición”, aseguró. Según Sarkozy, uno de los ejemplos del auge de las maravillas de la política actual es la obsesión por la reducción de la jornada laboral: una iniciativa que le ha fallado al Gobierno español y que considera nueva: “En Francia, lo hemos experimentado y no puedo . decimos que no estamos vivos. El teletrabajo es televisión, no teletrabajo”.
En cuanto a Gaza y Ucrania, los dos conflictos más preocupantes en Europa están claros. Al principio insistió en la necesidad de que Francia esté del lado de Israel. Pero también en la convivencia pacífica con los palestinos y en la solución de dos Estados, “la única posible”. Pero, a este respecto, insistió en la necesidad de renovar la ONU, organización creada durante la Segunda Guerra Mundial, para adaptarla a las necesidades del siglo XXI: “No puede ser que el Consejo de Seguridad no tenga su El próximo miembro permanente será de África o América Latina.
Sobre Ucrania, son ya conocidas sus posiciones. Críticas a la invasión rusa, sí; pero también la respuesta de Occidente. En el libro, Sarkozy se detuvo ante el ataque de Estados Unidos y la UE a Ucrania “hasta el final y todo el tiempo fracasó”. “Dicho así, suena claro, rotundo y definitivo. El problema es que nadie explica qué es exactamente el ‘hasta el final’, escribe. No hay dudas sobre la inevitabilidad de que Kiev entre en la UE y la OTAN con el argumento de que Ucrania debe funcionar como un puente entre Europa y Rusia. “Cortar un puente por uno de sus dos extremos equivale a destruir. “A medida que la estabilidad del continente llega a su fin, es difícil tener una estrategia personal”, continuó. Los años de los juegos.. Según Vladimir Putin, Sarkozy registró una profunda discusión con el líder del Kremlin en 2008, durante la invasión rusa de Georgia. Según los franceses, esta charla ayudó a resolver esta crisis, a diferencia de lo que ha ocurrido ahora con Ucrania.
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Aznar, un amigo
Durante su charla en el Ritz, ya demostró simpatía y antipatía hacia los líderes de su tiempo. Para Aznar –presente en la primera película– estás hablando de más cariñosas. No es sólo un “amigo” sino una “fuente de inspiración”. “Durante la época del presidente Aznar, nadie tenía que tomar una decisión importante sin consultar. No siempre ha tenido un carácter fácil. Yo tamco. Por eso siempre hemos sido amigos”.
La canceladora alemana Angela Merkel ha dicho que tal vez no tenga una personalidad más distinta que ella. Pero le pregunté para que funcionara en su relación, lo que empujó al eje París-Berlín. También registró la tristeza que los impulsó a hablar: Merkozy. “Ella es lenta. Tengo prisa. Ella espera hasta el último momento. A mí me da miedo no llegar a la hora. Queremos construir un par. Tenemos todas las diferencias, pero nunca lo supo nadie. Ella me lleva con mi solidez y yo con mi agilidad. ¿Quién recibió hoy el nombre de la cancelación alemana?
Las cosas cambiaron con el ex presidente del estado americano, Barak Obama. Incluso si reconoce que su elección representa un shock positivo en un país donde, en los últimos años, algunos restaurantes no permiten la entrada a personas de color, es obvio que Sarkozy no siente mucha simpatía: “Habilidad, bueno. Era Guapo. Pero frío. Sólo te preocupa tu imagen. Es un engaño para mí estar vivo. Daban ganas de sacudirlo”.
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