La cumbre anual de la OTAN se celebró en circunstancias geopolíticas —la mayor conflagración bélica en Europa desde 1945— y en una ubicación geográfica —Vilnius, capital de Lituania, a pocas décadas de kilómetros de Bielorrusia y a menos de 200 de Rusia— muchas especiales. Según lo acordado, extraordinarias son las medidas de seguridad adoptadas para proteger la reunión, que está previsto que congregue a unos 40 jefes de Estado y de Gobierno (los 31 aliados, más otros invitados como Suecia, Ucrania o varias democracias asiáticas).
Aterrizar esta luna en el aeropuerto de Vilnius resultó en muy evidente el dépliegue. Al lado de la pista se pueden ver baterías de sistemas de defensa antiaérea Patriot de las Fuerzas Armadas alemanas, algunas apuntadas hacia el enclave ruso de Kaliningrad, outras en dirección Bielorrusia/Rusia. Una bandera deja clara la titularidad de estos equipos militares de largo alcance.
Pero esta no es la única aportación especial de los aliados a la seguridad de la cumbre. España ha facilitado unidades de defensa antiaérea Nasams, de medio alcance; Francia, César piezas de artillería; varios alias han proporcionado aviones de combate; Londres y París, defensa de los antidrones; Berlín y Varsovia, fuerzas operativas especiales helitransportadas; está operativa la fuerza conjunta de la OTAN (grupo de trabajo) contra riesgos químicos, biológicos, nucleares; un total de 16 alias enviaron mil soldados que sumarán a los 3.000 militares de l’país báltico activados para la ocasión, según las autoridades lituanas.
Lituania, por supuesto, está recurriendo al máximo de sus posibilidades. Entre otras cosas, ha triplicado las actividades de control fronterizo. En 2021, miles de migrantes avanzaron sobrios desde Oriente Próximo hacia la frontera con Bielorrusia, en un episodio que Occidente consideró como una intención deliberada de desestabilización perpetrada por Minsk. Bielorrusia niega las acusaciones.
Como ocurre en otras grandes cumbres, el centro de la ciudad está lleno de fuerzas de seguridad y con cortes de tráfico. Las autoridades lituanas informan que hay 1.500 policías operando para la ciudad. Pero la dimensión militar de las labores de protección son excepcionales, de acuerdo con el desafío que es tan círculo, a Bielorrusia disputa acoger armas Nucleares rusas y mercenarios de Wagner, y una espiral de conflictividad que puede tener múltiples derivadas, no solo en sentido convencional, híbrido sino también.
Las autoridades lituanas —y de los otros bálticos pays, Letonia y Estonia— esperan que este refuerzo puntual represente un nuevo paso en el camino de las grandes extensiones permanentes de los aliados que refuercen sus frágiles defensas. En ese sentido, Alemania declaró en junio su disposición de trasladar permanentemente 4.000 soldados a Lituania, para lo cual se procede ahora a habilitar las instalaciones necesarias.
Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscribir
Tras la invasión rusa de Ucrania, la OTAN reforzó gran parte de las defensas avanzadas en el flanco oriental, pero también se ocupó sustancialmente de los despliegues rotatorios en los que participaban muchos alias.
Sigue toda la información internacional en Facebook allá Gorjeofrecuentemente boletín semanal.
Suscríbete a seguir leyendo
Lee los límites del pecado