The destroy of the gigantesca presa de Nueva Kajovka, en el sur de Ucrania, además de las inundaciones de miles de casas, las posibles muertes y all tipo de estragos en sectores stratégicos para Ucrania como la agricultura, genera peligros incalculables como el posible reflote y ubicación de minas terrestres, ha advertido Cruz Roja.
Miles de personas han sido evacuadas de partes de la región de Jersón a medida que el agua continúa bajando por el río Dniéper, que divide el territorio controlado por Rusia y Ucrania.
Tanto Ucrania como Rusia culpan por sabotear la presa de Kajovka. Hasta el momento, se han confirmado tres muertes por ahogamiento relacionado con las inundaciones en Oleshki, población controlada por Rusia. Yevhen Ryshchuk, el alcalde ucraniano exiliado de la ciudad, dijo a la emisora pública Suspilne que creía que habría más víctimas.
Erik Tollefsen, jefe de la unidad de contaminación de armas de la Cruz Roja, dijo a la AFP que las minas expuestas generaron una gran preocupación no solo para los residentes de Jersón, sino también para quienes acudieron a ayudar. “Sabíamos dónde estaban los peligros”, dice la agencia de noticias AFP. “Sin embargo, ahora no lo sabemos”.
Las antipersona y antitanque como la TM-57 ahora se habrán dispersado y estarían repartidas por lugares desconocidos, según Cruz Roja. La represa Nueva Kajovka de Ucrania en territorio controlado por Rusia fue detruida el martes, inundando docenas de aldeas y partes de una ciudad cercana, y provocando temores de una catástrofe humanitaria.
Ya el pasado martes Naciones Unidas había alertado de los riesgos asociados a las minas, que son numerosos en Ucrania.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha señalado que las aguas de la inundación no dañan ni desactivan estos artefactos explosivos, lo que significa que podrían representar una amenaza en las próximas décadas.